Cui Lan, de 43 años, se encontraba desolada, hace un mes le diagnosticaron cáncer de hígado a su marido y le dieron 3 meses de vida, evidentemente no mencionó nada de esto a su pequeña Chen Jin, de 14 años.
Pocos días antes de celebrar el Año Nuevo chino, el pasado 25 de enero Cui Lan regresa a casa para descubrir que su hija había ingerido 200 pastillas para dormir, dejó esta nota:
"Mamá, siento mucho que no pueda estar contigo más. Por favor dale mi hígado a mi padre después de que haya muerto".
Gracias a una nota en el bolso de su madre la pequeña Chen Jin se enteró de la enfermedad de su padre y decidió quitarse la vida, pero hasta el momento continúa internada en un hospital luchando por su vida.
Cui Lan, desesperada por un segundo problema decide no comentar nada con su marido, quién se encuentra en la etapa terminal de la enfermedad, pero gracias a un noticiero se entera de lo que ocurre con su hija.
Esta noticia publicada el día de ayer me recordó lo que nunca debemos olvidar: tener salud es tenerlo todo, lo demás es lo de menos.
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1 comentario:
Estas sí son verdaderas tragedias...
Gracias a Dios que estamos sanos.
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