Siqueiros por Yo

Hace unos días cumplimos 44 años sin ‘El Coronelazo’, David Alfaro Siqueiros, para mi, el artista más grande que ha nacido en esta tierra. Criticado, perseguido, polémico, apasionado, radical, activista, Siqueiros fue un hombre que vivió intensamente, al 100%, se comprometió con sus causas hasta las últimas consecuencias.
No fue un ‘socialito’ con ideas revolucionarias como algunos de sus contemporáneos, fue un intelectual de la pintura, y del arte en general, un líder social, un concientizador, un maestro cuya técnica pictórica sigue sorprendiendo hasta nuestros días. Nadie ha sido tan colosal como Siqueiros, desde su enorme mural de 8 mil metros cuadrados de pintura, hasta su obra de caballete de enorme valor artístico.
Este hombre hosco, de facciones duras y mirada profunda luchó como voluntario en la guerra civil española, de ahí que se ganara el mote de ‘El Coronelazo’, sus convicciones comunistas lo llevaron a atentar contra León Trotsky en su autoexilio en México y pasó varios años en la celda número 40 del Palacio Negro, la temible cárcel de Lecumberri, hoy, el Archivo General de la Nación.
Podría hacer una larga lista de murales y cuadros del maestro que disfruto mucho, pero hay uno en particular que me marcó mucho y siempre lo recuerdo como un ejemplo de que la esencia de las personas puede vaciarse en un pequeño espacio; este retrato hecho en un pedazo de masonite de no más de 40 cm. llamado ‘Yo por Yo’ (arriba) lo visité varias veces durante unas prácticas que realicé en el Museo de Arte Moderno cuando estudié la universidad, era para mi un verdadero deleite admirarlo al terminar la práctica, parece tan fácil, tan simple y tan profundo, en fin.
Siqueiros fue sin duda el culpable de que empezara a pintar y después de que estudiara diseño gráfico (nada que ver con la pintura, pero en fin) así que podría decir (por farol que pueda sonar) que una parte de lo que soy, es gracias a él.
Este cuadro lo pinté en 1999, en ese año, me di a la tarea de pintar una serie de retratos de gran formato (1.5 x 1 m) de los hombres más influyentes en la historia del Siglo XX, desde mi subjetiva óptica, así que entre otros tantos retratos, el de Siqueiros es uno de los que más disfruté.