Entre 'Gárgamel' y 'Cornejo'

Dentro de los muchos y complejos estados de ánimo de los seres humanos, al menos aquí en la chamba hay dos muy identificables, el estado 'Gárgamel', una especie de negatividad personificada, la cuál goza de una pequeña nubecilla que emite rayos y centellas por encima de la cabeza de quien se encuentra en este estado, cuya mejor manera de reconocer es cuando alguien dice más de 10 veces por hora la frase “me caga”, hay incluso quienes la pronuncian miles de veces en una hora, no se sabe con exactitud si éste odio contenido tiene que ver con el estado de los intestinos, porque de otra manera no se entendería.
Por otro lado está el estado 'Cornejo' uyyyy este sí que es interesante, no goza de un solecito encima de la cabeza ni nada por el estilo, pero sí de una enorme sonrisa que ni López Obrador puede borrar de la cara, una de las forma más reconocibles de este estado es que la gente hace “planes”, vamos aquí..., vamos allá..., yo compro las chelas..., qué chido sería si..., yo paso por ti..., yo, yo, yo, yo, el individuo que disfruta de este estado es una especie de centro del universo girando con los brazos abiertos como queriendo abrazar a la humanidad entera.
¿A qué viene esto?, Resulta que el buen Ernesto, gárgamel de cepa, entró en su etapa Cornejo, bienvenida por supuesto, pero AGUAS!, digo, todo Gárgamel lleva un pequeño Cornejo dentro, pero cuando éste sale y se apodera del viejo gruñón las cosas se pueden poner muy feas... pero después de todo yo diría que “Más vale Cornejo de un día, que Gárgamel de toda la vida”.
Vientos mi buen Ernst!.
Por cierto, esta es la entrada número 100 de este blog... chale, el tiempo se va volando.