Rummenigge, Alemania y un recuerdo

Amaneció nublado, frío, me disponía a salir cuando recibí una inesperada llamada: se cancela el paseo a Xochicalco; ni pex, ya estaba escrito que por alguna razón vería el debut de Alemania en la Euro 2008, el 'mundialito'.
La implacable selección alemana venció a Polonia 2-0; resultó irónico que el hombre que hizo los dos tantos y enterró la ilusión polaca fue justamente Lukas Podolsky, nacionalizado alemán, polaco de nacimiento.
En verdad admiro a los alemanes, no sólo en el futbol, en muchos ámbitos son un verdadero ejemplo de superación, de grandeza, de talento, de orgullo y dedicación. Sería muy largo y aburrido escribir sobre los muchos alemanes que admiro y he admirado en mi vida, pero hoy me acordé de uno que junto con el portero del América, Héctor Miguel Zelada, eran mis dos grandes ídolos del futbol cuando era niño, Karl-Heinz Rummenigge.


Seguro no fui el único que quedó impresionado por la forma de jugar del poderoso delantero alemán, por su habilidad, coraje, espectaculares goles y aquella voz que decía "Meksiko mi aaamooorrr, mi aaamooorrr, mi aaamooorrr". Me acordé de la Copa del Mundo de España 82; Alemania llegó a la final después de vencer a la poderosa Francia de Platini en semifinales tras una sufrida tanda de penales, después, la copa sería de Italia... yo tenía 7 años, y sobra decir que al igual que hoy, apoyaba a los alemanes. En fin, no hay duda que recordar es volver a vivir...