domingo, 26 de agosto de 2007

México, Parte I

Hay muchas cosas que me enorgullecen de mi País, y sin duda otras de las que me avergüenzo, sobre todo de nuestra política hoy día, pero ese no es el tema de este post. Entre las que me enorgullecen, hay una en particular que disfruto cotidianamente, nuestra grandiosa música!, que es un enorme abanico multicolor, que huele, que te transporta en el tiempo, que te hace sonreir, llorar y sobre todo querer cantar! y al canto, experimentar ese gran sentimiento de pertenencia que históricamente nos ha sido arrebatado! Como sabrás hablo de la música popular mexicana, no de nuestros grandes maestros de música culta, como Revueltas, Moncayo, Chávez y demás maestros, sino de la música regional. En eso sí que somos un país de primer mundo! y qué mejor ejemplo que el Flaco de Oro! Agustín Lara, reconocido en todos los rincones de este planeta. La música de Agustín es enorme! es una pena que las nuevas generaciones no estén al tanto del enorme legado de Lara. Hoy, escucha una canción de Agustín y disfruta una verdadera joya musical. Recomiendo: Veracruz, Rival, Arráncame la vida, Piensa en mi, Granada, Amor de mis amores, etc, etc, etc....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo crecí escuchando esa música y todo lo que comentas me es familiar. Cuando mi papá nos llevaba a la escuela en las mañanas, siempre estaba instalado en (como decíamos mi hermana y yo...) la 'verbena popular', así que escuchar a Lara y a otros compositores era cotidiano.

A mi papá siempre le ha gustado la bohemia y disfruta tocando algún instrumento y cantando. Ya no vivía en la casa cuando conoció a Ernesto Cházaro, el hijo de Toña La Negra, la mejor intérprete de Lara, dícen, y se convirtieron en buenos amigos y le daban a la cantada.

Cuentan que Lara escribió Lamento Jarocho sólo para Toña...
En fin! Ya espero a leer México, Parte 2.

C

Anónimo dijo...

Para mi, comentar de Agustín Lara es tarea casi imposible ya que me declaro totalmente ignorante de su música, legado, etc. Sigue escribiendo de música y así podremos aprender de tu blog. Ernesto.