La historia ha sido bondadosa con nuestra Selección Nacional, una y otra vez nos ha puesto en el lugar indicado para vencer a nuestro eterno y poderoso rival: el miedo.
Sin duda lo que más hace daño al TRI en los partidos importantes, no es su basta experiencia perdedora, sino el miedo, lo dicta la sabiduría Jedi 'El miedo es el camino hacia el lado oscuro'.
El rival a vencer no es el seleccionado argentino, eso es lo de menos, es el miedo a perder contra nosotros mismos, a contar una vez más la misma historia, la misma frustración que llega puntual cada 4 años.
¿Porqué ese miedo tan recalcitrante a perder, o a ganar?, no existe triunfador que no haya vivido la tragedia de la derrota, la grandeza está en reconocerla, aprender de ella y sobre todo no tener miedo, es sólo un juego!
En la Copa del Mundo de México 1970, el Estadio Azteca fue testigo del 'Partido del Siglo' entre alemanes e italianos, Alemania perdió, acaso algún elemento de la llamada Mannschaft quedó paralizado de miedo por perder aquella semifinal, obviamente no, por el contrario fue un orgullo haber brindado semejante espectáculo de conjunto, la imagen del Kaiser Beckenbauer jugando con un hombro dislocado dan muestra de ello. Aún en nuestra experiencia perdedora, no hemos tenido una derrota tan honrosa.
El próximo domingo, no me importa la inmediatez de un resultado efímero, sino la batalla que se debe librar contra nuestros miedos, que son mucho más poderosos que la escuadra albiceleste.
Acepto mi terquedad, soy un irrenunciable seguidor de la Selección Nacional. México ganará el domingo, paradójicamente, aceptando la derrota como un acto de honor.
Vamos México! Hoy, hagamos caso del querido Cielito Lindo:
¡Canta y no llores, que cantando
se alegran los corazones!