viernes, 25 de junio de 2010

Canta y no llores!

La historia ha sido bondadosa con nuestra Selección Nacional, una y otra vez nos ha puesto en el lugar indicado para vencer a nuestro eterno y poderoso rival: el miedo.
Sin duda lo que más hace daño al TRI en los partidos importantes, no es su basta experiencia perdedora, sino el miedo, lo dicta la sabiduría Jedi 'El miedo es el camino hacia el lado oscuro'.
El rival a vencer no es el seleccionado argentino, eso es lo de menos, es el miedo a perder contra nosotros mismos, a contar una vez más la misma historia, la misma frustración que llega puntual cada 4 años.
¿Porqué ese miedo tan recalcitrante a perder, o a ganar?, no existe triunfador que no haya vivido la tragedia de la derrota, la grandeza está en reconocerla, aprender de ella y sobre todo no tener miedo, es sólo un juego!
En la Copa del Mundo de México 1970, el Estadio Azteca fue testigo del 'Partido del Siglo' entre alemanes e italianos, Alemania perdió, acaso algún elemento de la llamada Mannschaft quedó paralizado de miedo por perder aquella semifinal, obviamente no, por el contrario fue un orgullo haber brindado semejante espectáculo de conjunto, la imagen del Kaiser Beckenbauer jugando con un hombro dislocado dan muestra de ello. Aún en nuestra experiencia perdedora, no hemos tenido una derrota tan honrosa.
El próximo domingo, no me importa la inmediatez de un resultado efímero, sino la batalla que se debe librar contra nuestros miedos, que son mucho más poderosos que la escuadra albiceleste.
Acepto mi terquedad, soy un irrenunciable seguidor de la Selección Nacional. México ganará el domingo, paradójicamente, aceptando la derrota como un acto de honor.
Vamos México! Hoy, hagamos caso del querido Cielito Lindo:
¡Canta y no llores, que cantando
se alegran los corazones!

jueves, 10 de junio de 2010

Ya vas que chutas!

Llegó el día, la cita de cada 4 años, la Copa del Mundo. A veces pienso en quienes no tienen el gusto o la afición al futbol e imagino que debe ser bastante frustrante ver que dicho evento ocupa los espacios masivos, las charlas cotidianas, las noticias, etc. todo parece no importar, sólo el bendito Mundial; se puede o no estar de acuerdo, pero así sucede.
No coincido con la pasión desbordada de algunos, ni con las patrioterías de los medios, menos con las absurdas cantidades de dinero que se pagan por algunos jugadores; en ocasiones el gran negocio en torno al futbol termina por empañar la brillantez del deporte más popular del mundo. A mi me gusta pensarlo así: el futbol es un juego.


Siempre hay algo de magia en los Mundiales, existe una particular emoción que ningún otro evento deportivo genera. Mientras en los Juegos Olímpicos los atletas participan (en su mayoría) en la soledad de su disciplina, en la Copa del Mundo se trata de un equipo, de un pequeño universo de cada nación, de cada raza, de cada afición. Siempre he creído que si otra forma de vida tuviera el interés de conocer a la raza humana, el Mundial sería un excelente laboratorio para estudiarnos.
No sólo se trata de futbol, ahí están todas las razas, los idiomas, las lenguas, la idiosincrasia, las manifestaciones culturales más diversas, es un asombroso abanico que está ahí por una sola razón, la pasión. Parafraseando a Juan Villoro, para entender una sociedad hay que entender la forma en que se apasiona, se divierte, cuáles son sus ilusiones populares y el futbol es eso; basta recordar que la FIFA tiene más miembros que la ONU.
El inicio de esta Copa no podría ser mejor para México, jugar la inauguración contra el anfitrión más débil de la historia, es una oportunidad única de que el Seleccionado Nacional se embriague de una verdadera victoria después de tantas borracheras de derrota.
Así pues, se acabaron las críticas, los lamentos, los berrinches, la indiferencia y... VAMOS MÉXICO!!!!!

viernes, 4 de junio de 2010

500 días con ellos...

Seis hombres: 3 rusos, un francés, un italiano y un chino; 520 días totales; cinco cápsulas conectadas entre sí que suman un total de 500 metros cuadrados y un enorme botón rojo que pone fin a semejante experimento.
No se trata de la versión extrema del Big-Brother, sino de un proyecto MARS500 que inició el día de ayer en la ciudad de Moscú, la intención es simple: simular un viaje tripulado a Marte y comprobar la resistencia psicológica y médica del hombre para las futuras misiones tripuladas al planeta rojo. Así, los 6 tripulantes estarán en completo aislamiento, el único contacto con el exterior será el correo electrónico y lo que la imaginación les brinde. Comerán alimentos similares a los ofrecidos en la Estación Espacial Internacional y se podrán bañar sólo una vez a la semana.

Entraron muy contentos los 6 carnales... veremos cómo salen en 520 días.