miércoles, 1 de julio de 2009

Jackson, Drexler y mi guante blanco...

Mientras esperaba el inicio del concierto de Jorge Drexler me acordé de mi guante blanco con lentejuela, ¿dónde habrá quedado? -pensé-, horas antes había fallecido El Rey del Pop y la noticia estaba en el ambiente, todo el mundo comentaba el deceso del otrora Jackson 5.
La idea de este post no es escribir sobre Michael Jackson o su legado, de sus millones de discos vendidos alrededor del mundo, ni hacer un recuento de su trayectoria y aventar cifras y argumentos del porqué ha muerto un ícono de la música contemporánea... de lo que se trata es de lo que nos dejó.
Cuando Michael Jackson alcanzó el cenit de su carrera yo estudiaba la primaria allá por los rumbos de Lindavista, en aquella época ochentera se me iban las tardes entre caricaturas, cacahuates con chamoy y el gran Thriller; mi mencionado guante blanco cubría mi mano derecha mientras me aventaba una que otra maroma imitando a mi ídolo de aquellos días. Me acuerdo haber visto los videos de Billy Jean, Thriller y Beat It cientos de veces, quizá en algunos de esos programas de videos como “20 20” o “Video Hits”.
Al paso de los años y de las polémicas creadas en torno a su comportamiento, dejé de escucharlo y claro para un adolecente 'rockero' era peor que escuchar a Cepillín; aunque Off the Wall y Thriller siempre han estado entre mis discos favoritos de todos los tiempos, seguramente porque ambos fueron producidos por Quincy Jones, una especie de ‘Rey Midas’ de la industria musical.
Por fin salió al escenario el maestro Jorge Drexler y comenzó el arte, en este blog ya hemos platicado sobre este uruguayo y su exquisita forma de hacernos pensar. Si lo tuviera que ubicar en algún lugar del espectro musical, sin duda sería en las antípodas de Michael Jackson, son totalmente opuestos, por eso llamó mi atención que durante el concierto se diera el lujo de improvisar un pequeño homenaje para el que, dijo, dejó una importante huella en los músicos de los gloriosos ochentas.
Con cierta modestia y gran entusiasmo Drexler reconoció jamás haber tocado una canción de Jackson, mientras alguien le pasó una hoja con la letra de Billy Jean. Lo que ocurrió después fue pura nostalgia y buena vibra... Descanse en Paz Michael Jackson.

1 comentario:

C dijo...

Ese video es un cierre excelente para el post... o será que ando sensible que hasta unas lagrimitas me casi-sacó porque ni modo de llorar aqui en el trabajo.

Me gustó :), muy bonito.