viernes, 9 de julio de 2010

El enemigo en casa

Nunca había sido tan evidente que en el futbol moderno algunos Directores Técnicos, terminan siendo el enemigo en casa. No es casualidad que esta Copa del Mundo arrojó a 11 entrenadores al desempleo mundial, y en los próximos días esta cifra puede aumentar.
La terquedad, la cerrazón y la soberbia de algunos han afectado a varios combinados nacionales, los técnicos han convertido al futbol en un deporte de apuestas, de especulaciones y de 'resultados' en perjuicio del espectáculo más apasionante del mundo.
Sólo por mencionar a algunos, Raymond Domenech, Diego Maradona, Marcello Lippi y Dunga, técicos de equipos campeones del mundo, terminaron arrastrando el prestigio por la sabana africana.

El periodista Juan Lagares del diario El Clarín de Buenos Aires hace una precisa disección de los 10 pecados de la Albiceleste y en primerísimo lugar aparece justamente Diego: "Un cuerpo técnico incapaz de resolver situaciones" Aquí el artículo.
Argentina vio descender a su 'D10S' del olimpo y descubrió con sorpresa que simplemente es un hombre ordinario sin talento de estratega. Eso preocupó mucho a quienes edificaron el mito y optaron por una vieja costumbre, representar al estilo ‘Hollywoodense’ una bienvenida que ni el más ingenuo de los jugadores se creyó, después de ser goleados 4-0 por un viejo y conocido verdugo: Alemania.

Por otro lado Dunga no pasaría por brasileño en un examen básico de futbol, aquel jugador ubicado en las antípodas del Jogo Bonito se convirtió en un entrenador sin carisma, de grises resultados, peleado con el mundo, pero sobre todo, con el buen futbol.

Raymond Domenech sería un buen aprendiz de Walter Mercado, es sabido que este hombre consulta a los astros para definir sus alineaciones, entre un alarde de talento, Así terminó una larga estancia en el banquillo francés totalmente desprestigiado y regañado por el más alto poder de Francia.

Marcello Lippi, es un acertijo que ni Batman podría resolver, sus decisiones a la hora de escoger a 23 jugadores entre tanto talento, es inexplicable hasta para Javier Aguirre, un especialista en hacer listas con el viejo método ‘de-tin-marín’...

Así, tan sólo estos cuatro 'fantásticos' son el mejor argumento de que el futbol se ha convertido en un deporte de monarcas absolutos que hacen caso omiso de los deseos del pueblo y terminan por asesinar al más grande de los justicieros: el espectáculo.

Sudáfrica 2010 quedó a deber mucho. La necedad de la FIFA de llevar un Mundial a África se hubiera redimido con una Copa del Mundo memorable, no fue así. Queda la esperanza de ver una gran final, que a simple vista luce histórica y que nos ofrecerá al 8vo equipo de esa elite de combinados que han levantado la copa.

Ya con esta me despido del futbol por un tiempo... esto ya parece 'El rincón del panbolero' y no es la idea, simplemente fue la época mundialista!