martes, 25 de septiembre de 2007

Drexler en México

Sábado 22 de Septiembre
8:00 am. Todavía no abría los ojos cuando sentí un intenso dolor en la garganta, mmmmmta! ya me dió!, pensé. Ya tenía dos días con molestias, pero no pensé que me fuera a dar, y menos el día del concierto de Jorge Drexler!!!!!. El día pasó y como es de esperarse, los síntomas fueron apareciendo uno a uno...
7:00 pm. Después de la dolorosa derrota de las Águilas ante el San Luis, me fui a ver a Jorge Drexler. Sudadera, chamarra, bufanda, gorra, pañuelos, jarabe para la tos y con muchos deseos de ver a este maestro uruguayo salí de mi casa.
8:00 pm. Cuarta fila, justo al centro del escenario, las luces del Teatro de la Ciudad se apagaron, aplausos, una luz del centro del escenario recorría el teatro emulando un faro. La silueta de Jorge apareció, tomó su guitarra, se sentó y comenzó a cantar, las luces se encendieron. Desde ese momento hasta las 10:15 de la noche que terminó el concierto vi dos cosas (que suenan muy cursi, pero son neta): un músico de primer nivel y un hombre feliz que ama lo que hace.
El concierto transcurrió entre buenas rolas, pequeños espacios de dialogo entre 'amigos' y un relajado Drexler que supo romper desde el primer momento la barrera artista-público. Con comentarios ocasionales e ingeniosos, Jorge llevó al público a donde quiso, lo hizo parte de su lírica, demostró que las cosas más complejas se entienden mejor desde la sencillez, que no es más artista al que menos comprendemos y más lejos lo sentimos y que las cosas más profundas a veces están en primer plano.
Sus músicos, francamente sobresalientes! sobre todo un baterista bilbaíno llamado Borja Barrueta.
Es difícil escribir sobre la gente que admiras, podría decir tantas cosas que este post sería enorme y tampoco es el caso. La música de Drexler es extraordinaria!, en el significado esencial de la palabra, niega lo ordinario y no encuentra refugio en el convencionalismo musical hoy día, de ahí que sea tan difícil de catalogar. No quiero sonar exagerado pero no he escuchado quién amalgame mejor una guitarra acústica con toda una atmósfera de percusiones y sampleos 100% digitales.
Lo anterior sin duda es una de las grandes aportaciones de Drexler, pero eso no es nada comparado con su lírica, impresionante! en el significado esencial de la palabra, impresiona la manera de escribir las cosas más simples del mundo y hacerlas parecer tan profundas y tan 'poéticas'. Drexler es sencillo, simple, de 'a pie', fácil, relajante y a la vez profundo y reflexivo. Recomiendo (discos enteros): Frontera, Sea, Eco, 12 Segundos de Obscuridad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Salud por el post, y salud por la gripa.